Este año nos hemos esmerado en la fiesta de cumple de la Princesa. Y eso que la cosa no estaba fácil. Por un lado estaba el listón de los vecinos, que al más puro estilo “dulces 16” han tirado la casa por la ventana en cada uno de los cumpleaños que hemos celebrado durante el verano. Por otro, la Princesa últimamente ha tenido una vida social que para mi la quisiera y fruto de ello invitamos a 20 peques, son sus correspondientes madres y correspondientes padres. En total montamos una fiesta para casi 70 personas, el mismo número de invitados que vinieron a mi boda. Casi nada. Con la política ahorradora de los últimos tiempos, allá por primavera vi unos platos, vasos y servilletas en Tiger muy bien de precio con motivos de circo. Así que compré un arsenal y desde entonces estuve haciendo campaña con la Princesa para que no pensara en otra cosa que en una fiesta de circo. Mentiría si no admitiese que no me costó. Pero cuando hice la invitación y la vio, no pensó en otra cosa que en un cumple de circo.
La Princesa tenía como referente un cumple en el que los papis habían subcontratado todo: desde la decoración del local hasta el catering. Una pasada, todo sea dicho de paso. Pero ella no iba a ser menos y tuve claro que tendría una fiesta por todo lo alto, pero con la diferencia de que todo lo harían mamá y papá.
Junto con la plantilla para hacer la invitación encontré algunos motivos que me sirvieron para hacer detalles que encantaron a los papis, como por ejemplo las pegatinas para personalizar los vasos:
En la mesa de las bebida coloqué los vasos son sus correspondientes pegatinas, un cubilete con rotuladores y un cartel que rezaba: “Coge un vaso, pon tu nombre y disfruta”. Los papás fueron muy obedientes y además de hacer la gracia fue un ahorro importante de vasos. En todo momento cada uno sabía donde estaba el suyo.
Del mismo estilo que las etiquetas encontré cartelitos para señalar qué era cada cosa. Fue muy útil sobre todo porque entre los invitados teníamos a una mamá y a un niño celiacos, aunque toda la comida de la mesa de los niños no tenía gluten. He de decir que los sándwiches y la tarta si tenían, pero me ocupé de comprar pan especial y una tarta solo para ellos dos.
estoy convencida de que en cuanto empiece el verano empezaré a maquinar. Solo me arrepiento de dos cosas. Una de no haber hecho más fotos y la segunda la de no haberlas hecho mejor. Recordarme que cuando me toque la lotería y deje de trabajar me compre una buena cámara y haga un curso.
Anónimo
Genial! No sé quién disfrutó más…la mamá o la nena…Copiaremos ideas. Gracias por compartirlo!