Ayer fue la llamada gran noche del cine español. Pero realmente fue la NOCHE de Silvia Abascal. Su elegancia (como siempre), su mirada, su esperanza, su paz, su optimismo y, simplemente, su presencia me emocionó.
Por cierto, la Princesa me dijo que un día iba a invitar a los abuelos ahí, que yo iba a hablar y que le iba a entregar el trofeo como a esos señores, ¿será verdad?